jueves, 25 de agosto de 2011

MIENTRAS CRECE LA DEMANDA DE DÓLARE



El gobierno a la búsqueda de activos líquidos para apropiarse

No se detiene la compra de dólares por el llamado “chiquitaje”,o sea, la gran masa del público. Y, si bien anteayer el BCRA no intervino, ayer vendió entre 80 y 100 millones de dólares y algo menos el Banco Nación y la ANSES. La divisa estuvo tocando en las casas de cambio 4,22/3 y el blue a 4,40 pesos. Seguimos así siendo el único lugar donde el dólar sube un centavo casi todos los días, mientras las monedas del resto del mundo se aprecian con respecto a la divisa. Esto quiere decir simplemente que algo anda mal por estas tierras, pese a que la soja, el maíz y el trigo mantienen sus altos precios. Mientras el gobierno afirma que estamos blindados ante una eventual recesión global, los datos de la economía real demuestran que, se produzca o no esa crisis, la economía local tiene serios problemas que no alcanza a solucionar con los precios internacionales de cereales y oleaginosas ni con las exportaciones a Brasil. Salvo que la caída del PBI del último mes continúe en nuestro vecino, porque casi todas nuestras exportaciones industriales van a parar ahí y con esta paridad cambiaria se puede seguir exportando.
Caminos que se angostan
El verdadero problema es que la fuga de capitales este año se ubicará entre los 18.000 y los 20.000 millones de dólares y que el superávit comercial cayó exponencialmente en el mismo período. Lo que significa que el año que viene, por primera vez desde el 2003, no sólo no sobrarán los dólares como en años anteriores sino que pueden llegar a faltar si la cuenta energética se sigue engordando por las importaciones de gas, electricidad, fuel oil y GNL.
Esto demuestra que el gobierno necesita activos líquidos. Ahora se habla del seguro nacional de salud. En este mega proyecto están involucradas las cajas de las obras sociales sindicales, el PAMI, las Fuerzas Armadas y de Seguridad, llegándose a 40.000 millones de pesos anuales. Y si a esto se le llega a sumar el gasto en salud de la Capital y las provincias estaríamos en los 60.000 millones de pesos anuales. Pero tiene dos inconvenientes muy difíciles de sortear: 1) sería declararle la guerra a los sindicatos, y 2) un Estado Nacional profundamente ineficiente tendría que ocuparse de brindar salud a 40 millones de personas, lo que parece altamente improbable. Esta especie de embudo conduce a un solo activo líquido al alcance de la mano con relativa facilidad: la estatización del comercio exterior.

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